miércoles, 28 de noviembre de 2012





PRINCIPIOS ÉTICOS Y PERIODISMO CIUDADANO



Poner en práctica los principios éticos dentro de la labor periodística, es algo de lo que se cuestiona al Periodismo Ciudadano; pero es indudable que toda persona debe asumir compromisos dentro de las labores que ejerce y dentro de su vida ciudadana, en atención de los valores éticos, morales y espirituales, con que ha sido educado tanto a nivel del plano familiar como dentro de la educación formal.
Al respecto González en su blog http://elygonzalezrojas.bligoo.com; es oportuno al reseñar que los principios éticos, son valores que orientan las acciones y las decisiones de las personas; resaltando que se adquieren mediante el aprendizaje o de la relación cimentada por la familia, el entorno social y la educación, para que al ser incorporados en la vida personal, contribuyan a la humanización y a la socialización del ciudadano; dentro de su hábitat.
Por su parte Villegas (2011, s/p) en su documento titulado “La ética de la comunicación a comienzo del siglo XXI”, correspondiente al I Congreso Mundial de la ética de la comunicación, realizado en la Universidad de Sevilla, España; opina de manera muy interesante:
La formación ética y humanista del comunicador social es una garantía de la libertad ciudadana. Reconocer el valor  de lo humano es la primera exigencia del comunicador social y aquí entra la ética como reflexión crítica de la realidad social. Una visión de la comunicación como un instrumento de  educación, en el que se potencien valores de integración comunitaria y el respeto a la dignidad y los derechos de la personalidad.

Fundamentado en lo anteriormente expuesto, es preciso señalar, que también la labor del periodista ciudadano debe enmarcarse dentro de los parámetros éticos y servir a la vez como formador de principios y valores, que coadyuven en los procesos de enseñanza a quienes como usuarios del medio digital, pueden integrarse ya sea desde el punto de vista de sus comunidades o del entorno virtual, donde desarrollan sus funciones o conviven dentro de un espacio social. Además el Periodismo Ciudadano, puede contribuir de manera directa en la promoción de valores ciudadanos, que contribuyan a incrementar el respeto a la dignidad y los valores humanos.
De igual forma corresponde al Periodismo Ciudadano, poner de relieve en su labor de informar algunos de los principios, que comunicadores sociales le son inherentes; por cuanto se considera violentada la ética periodística, al no respetar los compromisos de confidencialidad de las fuentes, al no anunciar que la información a publicar pudiera ser nociva o perjudicial para determinados usuarios o sectores de la población; al no brindar protección en el caso de niñas, niños o adolescentes involucrados en delitos o procesos judiciales; al percibir sobornos para la obtención de información que puede considerase confidencial; al propiciar hechos noticiosos o informaciones que atenten contra las personas, contra sus principios ciudadanos o contra su dignidad; al resguardar información que siendo útil para el esclarecimiento de hechos punibles se la reserva en detrimento de la justicia y su aplicación; al utilizar un lenguaje no acorde con los principios de la moral y buenas costumbres; cuando su labor se encamina en injuriar, difamar o calumniar a alguna persona; entre otras.
Es indudable que tanto en el ejercicio del Periodismo Tradicional, como en el Periodismo Ciudadano, se debe actuar con elementales o  criterios de honorabilidad y respeto tanto a la labor profesional que se ejerce como a las personas, a las que se comunica o que son usuarios de los medios digitales a que tienen acceso por esas vías.
En relación a ello (Meso, 2005: 12; citado por Tavares, 2011) en su trabajo “La ética del periodismo a debate. Nuevos medios y periodismo ciudadano”, es contundente al señalar que: “Al periodismo ciudadano - como fenómeno actual en el ámbito del periodismo – también se le está empezando a exigir el cumplimiento de valores éticos, puesto que son la base en que se apoya la consecución del bien interno de una actividad”.
De parte de los periodistas ciudadanos,  ya se pueden encontrar proyectos que buscan definir valores éticos que estos deban seguir. Ejemplos de ellos son: el proyecto desarrollado el Knight Citizen News Network,  que desde el año 2005 propone los siguientes principios, que deberían regir el periodismo ciudadano, los cuales son: “precisión”, “equidad”, “transparencia” e “independencia”. Otro interesante ejemplo es el de la plataforma digital OhMyNews, que a pesar de no presentar un proyecto claro de declaración de principios para el periodismo ciudadano, plantea algunas exigencias éticas a sus colaboradores en el proceso de construcción de la noticia.
En resumen, el tema del compromiso social que asume aquél que práctica el periodismo y que se ve reflejado en los valores éticos adoptados en su praxis parece estar generando una segregación entre periodismo profesional y periodismo ciudadano.
Mientras gran parte de los periodistas profesionales entienden el cumplimiento de dichos valores como una obligatoriedad exclusiva del periodista profesional, el periodismo ciudadano parece empezar a asumir una especie de racionalidad propia que se posiciona al margen de los parámetros éticos asumidos por el periodismo tradicional.
Dentro del cuestionamiento de aplicabilidad de los principios éticos del periodismo, al Periodismo Ciudadano, se deben considerar igualmente los valores referentes a la veracidad, autenticidad, credibilidad y seriedad; que deben ser tomados en cuenta, tanto por el Periodismo Tradicional, como por las prácticas comunicacionales ejercidas por el Periodismo Ciudadano.  De tal forma que se comprenda, que los contenidos que se generen basados en principios de autenticidad y veracidad, deben ser construidos y formulados, sobre la fundamentación de un diálogo, que propicie de manera efectiva, el acuerdo recíproco entre todos los interesados.
En este sentido, al adoptar esta perspectiva es posible exigir de la actividad comunicativa, el reconocimiento del receptor como un interlocutor válido, como una persona que, desde un comienzo, cuenta con los mismos derechos y capacidades del emisor; además de gozar de los principios sujetos a la libertad de expresión y a las garantías de justicia, consagradas en los Derechos Humanos y en las Leyes Internacionales.
Gran cantidad de profesionales de la información, en medio de este fenómeno comunicativo de actualidad, se muestran un tanto escépticos en relación a la ética sobre el ejercicio del periodismo y sobre la validez que pueda tener la práctica responsable del proceso comunicacional; en la que debe garantizarse de la veracidad de la información; por parte de las personas o reporteros ciudadanos, que generan y transmiten hechos o noticias.
Con base en lo anteriormente expuesto, es indudable que si un ciudadano, desea comunicar algo con sus propios valores y principios, está sometido a su subjetividad y cuando emite información; ésta tendrá el sello de esas particularidades; que en muchas instancias son enriquecedoras; pero que en otros casos; serán carentes de veracidad y de objetividad; con lo cual no se estaría haciendo un ejercicio y una práctica responsable del periodismo.
Antes tales circunstancias, el no ejercer de manera responsable el periodismo, no jerarquizar o priorizar la información o no respetar la confiabilidad; como en el caso Wikileads (Sitio Web, de gran impacto mundial);  donde para muchos ciudadanos esta herramienta lo que hizo fue transformar  informaciones secretas en hechos noticiosos y  que esta herramienta ha sido una arma importante para dar a conocer información de mucho interés referente a departamentos de estado, donde quieren limitar la libertad de información.  Mientras que otros consideran que con esta herramienta   han sido   violados o vulnerados los principios éticos e incluso el menoscabo de la confidencialidad y la transgresión de la legitimidad.
Son éstas precisamente, algunas de las características o factores; que revelan cómo esta tendencia comunicativa, puede  generar un clima comunicacional,  de confianza y desconfianza; dando un vuelco en la medida, que los comunicadores ciudadanos, se apeguen a los principios éticos, a la moral, a la defensa de sus propios derechos y por sobre todo a hacer valer la condición de racionalidad de los principios fundamentales del ser humano.

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